El mecanismo legal por el que se articula este empeño es mediante un préstamo con garantía mobiliria o pignoraticia. Su funcionamiento es muy sencillo, y aunque varía dependiendo de la empresa de empeño a la que se acuda, en términos generales, el procedimiento es prácticamente el mismo: el cliente acude a la empresa, ésta evalúa que el vehículo esté en buenas condiciones, lo tasa y entrega un tanto% del valor de tasación al usuario.
La duración del crédito suele situarse entre el mes y medio y los tres meses (aunque puede ampliarse hasta 6 meses). Este es el tiempo que tiene el cliente para reunir el dinero del préstamo (más los intereses) y poder así recuperar el vehículo. En este punto, además, se incluyen gastos como el de gestoría y depósito del vehículo, que van siempre a cargo del cliente. No obstante, siempre queda la opción de no querer o de no poder recuperar el coche. En ese caso, la casa de empeño lo pone a la venta.
Antes de decantarse por esta opción como fórmula para solventar una falta puntual de liquidez, es recomendable valorar varios factores:
1.- Precio de tasación del vehículo: aunque algunas empresas pueden llegar a ofrecer hasta el 70% del valor de tasación del vehículo, esto no es lo habitual. La mayoría ofrecen entre el 50 y el 60% del valor de tasación e incluso menos, dependiendo de la marca, el modelo, el kilometraje y el estado del vehículo.
Este porcentaje del valor de tasación que se entrega al cliente está muy por debajo del valor real del coche en el mercado. La tasación la suele realizar un tasador de la propia compañía aunque algunas empresas utilizan como referencia el Boletín estadístico de Ganvam.
2.- Intereses que se aplican: el préstamo que se consigue al depositar el coche como aval lleva acarreados unos intereses muy elevados que suelen rondar el 20% (la horquilla puede ir desde el 3 hasta el 20%). De esta forma, el propietario de un vehículo tasado en 24.000 euros al que se le haya concedido un préstamo de, por ejemplo, 4.000 euros, deberá devolver en el plazo estipulado (entre un mes y medio y tres meses) esos 4.000 euros más el 20% de intereses si quiere recuperar el vehículo. Intereses a los que hay que añadir -ya hemos comentado- otros gastos, como el de gestoría e incluso los derivados del depósito del vehículo.
Requisitos para poder empeñar el vehículo
Si su opción para "salvar" una falta puntual de liquidez pasa por empeñar su vehículo debe tener en cuenta que no todos los automóviles son aceptados. Como regla general, el vehículo que se quiere dejar en prenda debe tener una antigüedad menor a 10 años, aunque algunas empresas colocan ese límite más abajo.
Por ejemplo, la empresa Tu Coche Te Avala sólo admite vehículos que tengan una antigüedad máxima de 6 años y de 8 si se trata de automóviles de alta gama mientras que Gedesco exige que los vehículos tengan un máximo de 7 años de vida. Otro de los requisitos que suelen exigir estas casas de empeño es que los coches no tengan reserva de dominio, es decir, no aceptan coches que no estén totalmente pagados.
En cuanto a la documentación que se requiere es la siguiente:
- Ficha técnica del vehículo con la ITV al día.
- Documento acreditativo de la propiedad.
- Permiso de circulación.
- Impuesto de circulación pagado.
- Documentos del vehículo y juego de llaves del mismo.
- Tornillos antirrobo.
- Libro de mantenimiento del vehículo.
En la mayoría de las empresas de empeño de coches, el cliente deja su vehículo "aparcado" en un depósito el tiempo que dura el crédito. No obstante, en los últimos meses están apareciendo empresas que ofrecen la opción del alquiler. Sería el caso de Gedesco que dan la opción al propietario del vehículo de alquiler su propio automóvil, mediante el pago de determinadas cuotas mensuales, para que, a pesar de haber empeñado el coche, pueda continuar con su ritmo de vida habitual.
Aunque el empeño de coches es una práctica que está en boga en los últimos años en nuestro país, las asociaciones de consumidores aconsejan tener cuidado cuando se realizan este tipo de operaciones. Así desde Facua recomiendan especial atención a los documentos que se firman porque -dicen- empeñar el coche puede ser la mejor forma de malvenderlo. De ahí que recomienden sólo su práctica en casos deextrema necesidad y con una empresa seria y especializada en el sector.
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