Opel Lanza al mercado el nuevo GTC, un vehículo basado en el nuevo Astra pero con una espectacular carrocería de tipo coupé y un comportamiento dinámico de auténtico deportivo y todo ello por un precio que comienza en los 22.380 euros.
El GTC es mucho más que una simple versión del Astra, es un vehículo con entidad propia dentro de la gama del modelo compacto. De hecho, de la anterior generación se han vendido en Europa 400.000 unidades en cinco años de los que 60.000 se han vendido en España y ha conseguido cautivar a un nuevo tipo de cliente joven que antepone dinamismo y estética espectacular a otros valores.

Este nuevo GTC tiene la misma filosofía de su antecesor, de ser un coche con mucha personalidad, pero sin renunciar a la utilidad de un vehículo de
cinco plazas y bastante amplio. Eso sí, las plazas posteriores resultan algo justas en altura cuando se trata de acoger a personas de más de 1,70 metros de altura.
Por lo que se refiere a su maletero, es más que suficiente, ya que dispone de 370 litros, una cifra record en el segmento en el que compite este modelo de origen alemán. Además, en su interior dispone de otros 35 litros en huecos repartidos por todo el habitáculo y que hacen más fácil la vida a bordo.
Lo que sorprende, y mucho, es el magnífico compromiso que los técnicos de Opel han logrado con este coche entre un comportamiento muy deportivo incluso en las condiciones más complicadas de carreteras, sin perder un ápice en confort para sus ocupantes. Esta primera toma de contacto con el nuevo Opel Astra GTC la hemos realizado por carreteras de la isla de Mallorca, con unos trazados ideales para probar un coche de estas características, y el resultado ha sido perfecto.
La precisión de las trazadas es muy buena, incluso cuando el asfalto está más deteriorado. La razón hay que buscarla en que este modelo no utiliza la suspensión del Astra normal, ya de por sí muy eficaz, sino que recurre a la que emplea el Insignia OPC. Las torretas delanteras de la suspensión son muy sofisticadas y a juzgar por el resultado logrado en este coche funcionan a la perfección.
Esta suspensión es de serie en toda la gama GTC, mientras que como opción se ofrece el Flexride, un sofisticado sistema de suspensión que permite elegir entre tres modos de conducción deportivo, confort y normal en función de las condiciones de la carretera y los gustos de conducción de la persona que se sienta al volante.
Lo mejor es que para conseguir la mejor estabilidad y el mínimo de balanceo de la carrocería, necesario para optimizar su comportamiento, no han sido necesarias unas suspensiones muy duras y secas que harían perder confort de marcha. En este caso los muelles son algo más blandos mientras que los amortiguadores son más duros y el conjunto proporciona un comportamiento, como les digo, perfecto.

También sorprende muy gratamente, como hemos podido comprobar en las carreteras mallorquinas, la suavidad con la que el coche evoluciona incluso en los terrenos más complicados, con carreteras mojadas y viradas. Estas suspensiones proporcionan
una motricidad óptima, hasta el punto de que ni siquiera forzando en marchas cortas en alguna curva hemos conseguido ni un amago de pérdida de tracción. Pero sobre todo es la
suavidad de reacciones la que caracteriza el comportamiento del GTC incluso cuando rodamos muy deprisa. Se puede rodar muy deprisa con él, pero al mismo tiempo muy tranquilo.
Su estabilidad es sin duda uno de los aspectos más positivos del nuevo modelo, pero no lo es menos su aspecto exterior, realmente llamativo. Poco o nada tiene que ver en este sentido el modelo de Opel con sus rivales del mercado, a los que supera con bastante claridad.
Su frontal es quizá lo menos llamativo del nuevo modelo porque de alguna forma mantiene las líneas generales de la gama y del Astra, aunque más afilado. Los cambios llegan en su vista lateral donde esa zona posterior en caída y el diseño de sus ventanillas traseras le hacen espectacular. Además, en esta visa lateral incluye ahora varios trazos que le proporcionan una gran personalidad.
Pero lo mejor desde mi punto de vista es la parte trasera en una vista de tres cuartos. En esa vista el vehículo muestra con toda su fuerza la deportividad que le proporcionan sus vías ensanchadas y el dinamismo propio de un vehículo ancho y bajo como los mejores deportivos del mercado.
Solo para centrar un poco el aspecto exterior del vehículo, y en comparación con el Astra de 5 puertas, tiene 10 centímetros más de distancia entre ejes y sus vías delantera y trasera son respectivamente 4 y 3 centímetros más anchas, mientras que su altura es 1,5 centímetros más baja que la del Astra.
Igualmente en su interior se aprecia ese toque deportivo que caracteriza al GTC, pero sin las estridencias estilísticas que ofrecen algunos de sus rivales. Aunque hay muchos detalles “propios” en el habitáculo, lo más llamativo son sus asientos de tipo bacquet.

En este modelo la deportividad se combina con la elegancia de un vehículo coupé de un segmento superior. Y entre los muchos elementos que ofrece hay que destacar el parabrisas panorámico en el que el cristal delantero se prolonga hasta casi el centro del techo proporcionan una luminosidad única en el habitáculo.
Vayamos con su mecánica. La gama del GTC ofrecerá en España inicialmente tres versiones de motor, dos de gasolina y un diesel. Los dos primeros son el 1.4 Turbo de 140 caballos y por encima el 1.6, igualmente con turbocompresor, y una potencia que sube hasta los 180 caballos, mientras que en gasóleo la única variante disponible es el 2.0 CDTi de 165 caballos.
A mediados de 2012 la gama se ampliará con dos interesantes variantes del propulsor 1.7 CDTi con potencias de 110 y 130 caballos. En ambos casos el vehículo anuncia un consumo homologado de 4,5 litros y 119 gr/km de emisiones, lo que le deja fuera del pago del Impuesto de Matriculación.
Pero sin duda la gran sorpresa de la gama GTC llegará con el OPC. En este caso bajo las siglas de Opel Performance Service se esconde la variante más extrema de la gama, con un motor turbo de 280 caballos para el que se anuncia una velocidad punta de 250 km/h y un comportamiento deportivo extremo gracias a la incorporación de un diferencial autoblocante.
Este “súper-GTC” se mostrará en el próximo Salón de Ginebra en marzo y las entregas comenzarán en primavera. Este modelo, del que nuestros lectores ya tuvieron información la semana pasada, lo hemos podido ver en directo en la presentación del GTC en Mallorca aunque sin la posibilidad de conducirlo todavía. Pero de verdad que, si el GTC me ha sorprendido por su espectacularidad, este OPC supone otra vuelta de tuerca más, aún más llamativo y vistoso.
El coche ofrece muchas más cosas, destacando su equipamiento de seguridad y de ayudas a la conducción. El asistente de cambio de carril, el Opel Eye que incluye un nuevo lector de señales de la carretera que no se limita a las señales de velocidad y que también avisa de las de anchura o altura limitada y de otros tipos de señales.
Desde 22.380 euros
Igualmente incluye la opción del sistema de asistente de iluminación AFL que se ha optimizado gracias a la nueva cámara del Opel Eye. Y otro aspecto muy importante es el indicador de la distancia de seguridad en segundos, un elemento muy interesante en cualquier país pero sobre todo en Alemania ya que en aquel país se multa cuando la distancia con el coche de delante es menor de 1 segundo.
Solo me queda un detalle por comentarles, la gama española del GTC. Junto a los tres motores ya comentados se ofrecen dos niveles de acabado, el Selective y el Sportive. El punto de partida es el 1.4 Turbo de 140 caballos con el acabado Selective que
cuesta 22.380 euros. Por encima, el de 180 caballos que sale por 24.200 euros, mientras que el diesel de 165 CV cuesta 23.885 euros, siempre con el acabado básico. En cuanto al acabado Sportive, los precios respectivos son de 23.980 y 25.800 euros para los de gasolina, mientras que el diesel Sportive vale 25.485 euros.