jueves, 15 de mayo de 2014

El coche eléctrico no se rinde

El pasado mes de abril, en el País Vasco se han matriculado 9.560 vehículos. Los concesionarios empiezan a ver luz al final de un largo, muy largo, túnel. En los cuatro primeros meses de 2014, las ventas han crecido cerca de un 15% respecto al mismo periodo del año pasado. Se venden más coches, más motos y también más vehículos eléctricos. Sí, el patito feo de la automoción que no se rinde en su empeño por revolucionar el estanque de asfalto por el que nos pavoneamos a diario y convertirse, algún día, en el espectacular cisne que los más audaces ven en él. Claro que los números son traicioneros y lo mismo da motivos para la la alegría -en 2013, en España se matriculó un 85% más de estos ingenios que en 2012- como para la risa si bajamos al detalle. Agárresa que viene curva. En el País Vasco, en abril, entre los 9.560 vehículos matriculados, tres fueron coches eléctricos. Sí, solo tres. En toda España, 51. Pero la cosa tampoco es para regodearse. ¿Y si esos pioneros de la movilidad sostenible son los únicos que no se han equivocado al realizar su compra? La mayoría otorga la legitimidad en nuestras sociedades, mas no está escrito en ningún sitio que dé también la razón sobre la conveniencia de la elección tomada.
LOS 51 COCHES MATRICULADOS EN ABRIL
  • BMW I3 (10 UNIDADES VENDIDAS)

  • NISSAN LEAF (29 VENDIDOS)

  • PEUGEOT C-ZERO (1)

  • TESLA S (1)

  • RENAULT ZOE (9)

  • SMART (1)

  • LOS QUE SE QUEDARON EN BLANCORenault Fluence, Mitsubishi i MEIV, Peugeot Ion, Ford Focus

Hace unos meses, EL CORREO recogía una sencilla guía útil de los puntos a tener en cuenta a la hora de elegir un coche, el que a tí te interesa. Bueno, pues es posible, cuando no probable que si volvemos a hacernos esas preguntas -y con el infinito aumento del precio de los carburantes- cada vez sean más los que se decante por un eléctrico. Y no nos referimos aquí a híbridos o vehículos de autonomía extendida, sin duda un primer paso -menos decidido- a la hora de abandonar el motor de explosión. Hablamos de automóviles 100% eléctricos. Los que, como tu móvil, si se les acaba la batería te dejarán tirado. Lógicamente el cambio es grande. Muchos ven estas máquinas como bichos raros de complicado manejo e infinitos cuidados. Sin embargo, un eléctrico tiene menos averías y revisiones que un coche convencional. Al llevar menos piezas también requiere muchísimos menos repuestos. Nunca tendrás que cambiar la correa de distribución, por ejemplo. No tiene. La ITV se pasa con la misma frecuencia -y es más barata-. El seguro tampoco muestra diferencias significativas. Por no hablar del precio del repostaje. Si con un motor de combustión consigues recorrer 100 kilómetros por menos de 7 euros eres sin duda una persona con suerte. En un eléctrico, en cambio, rondará los dos euros hacer la misma distancia. Rendirse a la movilidad sostenible es cuestión de tiempo.
Pegas que a nadie se le escapan
Por contra, los enchufables tienen dos pegas que a nadie se le escapan. Su autonomía y la vida de las baterías. Hoy, los fabricantes juran que los acumuladores darán de 8 a 10 años de infatigable trabajo. Si lo hacen, merecerá la pena la inversión a la que nos obligan. Y es que los coches eléctricos son caros, porque las baterías son caras. En unos años... se espera una nueva revolución en este campo. ¿Te acuerdas de los portátiles de hace 20 años? Ahora mira tu tablet. Pues eso.
Con las mejoras en las pilas llegará también una mayor independencia del enchufe. Aunque por el momento mejor ceñirnos a lo que existe y aceptar que más de 125 - 150 kilómetros no seremos capaces de alejarnos sin volver a tirar de ese cordón umbilical que guardan los eléctricos en el maletero y que les enchufa a la vida casi todas las noches en la toma de corriente de nuestro garaje. Porque esa es otra, si compras un eléctrico, tendrás que instalar un punto de recarga en casa. Con la actual normativa, solo hay que hablar con el proveedor. A los vecinos se lo puedes contar -debes, por educación- pero no tienen que darte consentimiento. En tu plaza de garaje se pondrá una toma de la que solo tu pagarás la factura y listo. El precio aproximado del aparato es de mil euros. Ah, si te da miedo que se estropeen las baterías, hay marcas como Renault y Nissan que las alquilan. Pagas una mensualidad y las pilas siempre son de ellos. Por eso los modelos del fabricante francés tiene precios algo más bajos que la competencia. Por simplificar, ya se use uno u otro modelo, un coche eléctrico se amortiza rodando más de 15.000 kilómetros durante unos 8 años. Si eres de los que recorre 30.000.... El cálculo es sencillo. Eso sí, recuerda que hay que recorrerlos de 150 en 150. Para viajes largos puede lanzarte al alquiler de un día de un vehículo convencional o acordarte que te llevará unos 20 minutos recargar en un punto especializado y de 6 a 8 en una toma doméstica.
Pasos a seguir para comprar un eléctrico
Así que como los coches eléctricos existen. Vamos a repasar los pasos a tener en cuenta si piensas comprar uno y unirte a una flota cercana a las 400 unidades que ya ruedan por las carreteras vascas. Si, sí, escondidos entre otro millón trescientos mil vehículos con motores de explosión.
Puedes elegir entre diez modelos diferentes. Que no se diga que no hay oferta. Renault tiene el Zoe y el Fluence. Este último también existe como convencional y no los distinguirías si estuvieran aparcados uno junto al otro. Su socio estratégico Nissan vende el Leaf, el más famoso eléctrico y Coche del Año en 2013. Siguiendo por la rama francesa, PSA oferta el Peugeot Ion y el Citröen C-Zero. Los alemanes de BMW aportan el lujoso i3 y el pequeño Smart (grupo Daimler); mientras que Mitsubishi tiene un utilitario, el I Miev; y Ford, un Focus berlina que nada envidia a su hermano de gasolina. Por último, Tesla, el fabricante californiano ha traído a España dos variantes de su deportivo el S 60 y el S 85.
Como en cualquier compraventa, el concesionario se encargará de gestionar todos lo papeles. Recuerda que no tiene impuesto de matriculación (ya cuestan suficiente) y que hay ayudas públicas tanto para la compra como para los puntos de recarga. En Euskadi lo mejor es dirigirse al Ente Vasco de la Energía (EVE).
Respecto al seguro, no hay diferencias sobre lo que ya conoces. Es cierto que en un inicio algunas compañías subieron los precios, pero eso ya ha pasado (o debería) y algunas incluso bajan respecto de los gasolina dado que al ser menor la posibilidad de que el vehículo se averíe, disminuyen los riesgos.
Finalmente hay otros 'detalles' como las plazas deaparcamiento o las revisiones que te darán agradables sorpresas. Todavía no se ha lanzado nadie a eximir de la OTA a los eléctricos, pero se está estudiando seriamente en algunas localidades. Lo que sí está en marcha es, en ciudades como Vitoria, por ejemplo, la tasa cero respecto al impuesto de circulación. Como supondrás no hay que cambiar el aceite del motor cada veinte o treinta mil kilómetros, ni los filtros de combustibles, ni vigilar los humos, etc.. Los eléctricos no hacen ruido y no emiten gases. Así que en la ITV no se realizan esas pruebas y la inspección es más barata. Aunque tampoco iba a ser todo jauja. Lavarlos, hay que lavarlo como los de antes. Si eres de esos, claro.

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