viernes, 5 de octubre de 2012

Un coche eléctrico que alcanza los 100 kms/hora

Los vecinos de Utebo conocieron este jueves de primera manocómo funciona el transporte eléctrico. Hasta la plaza del Ayuntamiento se acercaron numerosos curiosos, incluido el propio alcalde de la localidad, Miguel Dalmau, quien condujo un coche eléctrico durante unos diez minutos. Tras bajarse del vehículo, Dalmauafirmó que "las instituciones públicas deben esforzarse por emprender iniciativas de respeto al medio ambiente".

Esta prueba se realizó en el marco de las actividades de la Caravana por el Clima que desde el pasado lunes está recorriendo Aragón. Este jueves le tocó el turno a Utebo, después de que los 60 voluntarios lanzaran su mensaje ecologista en Binéfar, Caspe, Calamocha y Cella. Este viernes prefestivo, la plaza de La Seo de Zaragoza y diversos centros educativos serán escenario de los talleresrealizado por los voluntarios universitarios, coordinados por las Oficina Verde de la Universidad de Zaragoza.

En Utebo, los viandantes pudieron, asimismo, probar una moto, un patinete y una bicicleta eléctrica. Juan José Montero, propietario de la empresa ecológica Energonalia que fabrica estos vehículos eléctricos, se mostró optimista ante la posibilidad de que "cada vez haya más coches energéticos circulando por nuestras calles". Sin embargo, según Montero"pese a los enormes avances en los últimos años, se trata de una tecnología todavía en pañales". Insistió en que "solo se concibe para moverse por el medio urbano, hasta un radio de treinta o cuarenta kilómetros a la redonda". Además, "su autonomíamáxima no supera los 140 kilómetros. No obstante, tiene un gasto mínimo de, aproximadamente, 1'5 euros por cada 100 kilómetros". Otra de las ventajas es poder recargar la batería desde casa –al igual que se carga un teléfono móvil– o en los puntos establecidos que ya existen en algunos puntos de Zaragoza capital.

Al lado de donde se realizaban estas demostraciones, se ubicó la carpa de la Caravana Aragonesa Universitaria por el Clima. Sus voluntarios, como en el resto de municipios que han ido visitando esta semana, atendieron con interés a quienes les exponían sus dudas acerca del reciclaje o sobre la temperatura a la que debían regular sus termostatos. A través de los test de huella ecológica, cada ciudadano pudo comprobar el impacto de su modo de vida energéticos sobre el planeta. Pero el principal atractivo de la carpa fue la cocina solar, que permitió a los vecinos degustar un bizcocho.

Visitas a los colegios

Los alumnos de los colegios Miguel Artazos, Infanta Elena y Octavus, y los institutos Utebo y Pedro Cerrada también fueron destinatarios del mensaje ecológico de la Caravana. De la mano de los voluntarios, aprendieron a clasificar los residuos, hábitos para ahorrar agua y energía, así como conocer los métodos de movilidad sostenible. La profesora de Ciencias del Mundo Contemporáneo y Ciencias Naturales del IES de Utebo, María José Calavia, se alegró de que "los miembros de la caravana fueran jóvenes ya que así los alumnos les prestan una mayor atención". También señaló que el instituto se esfuerza en que los estudiantes adquieran hábitos beneficiosos para el medio ambiente, como "no arrancar una hoja de un cuaderno solo por el hecho de haberse equivocado escribiendo."

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