Neumáticos con las cubiertas tan ajadas que dejaban sus 'hilos' de acero a plena vista. Un turismo cuyo aceite «parecía barro» tras 40.000 kilómetros y tres años sin reemplazarlo. Y otro vehículo que torcía a la derecha siempre que paraba: su dueño le había puesto unas pastillas de freno obtenidas en el desguace y carecía de máquinas para equilibrar las ruedas durante la operación. Son algunos de los casos reales a los que se enfrentan cada vez más frecuentemente los talleres mecánicos de Álava. Estos centros especializados en el mantenimiento y reparación de automóviles se han convertido en la última solución para muchos conductores, adonde acudir solo cuando falla el 'manitas' de turno.
La Asociación de Empresarios de Automoción de Álava (Adeada), conocedora de estas triquiñuelas, advirtió ayer de la creciente incidencia de la «competencia desleal» en el sector y citó como ejemplos los talleres «que no cumplen las obligaciones legales» y aquellas personas que realizan operaciones de reparación o mantenimiento de vehículos en locales particulares o «incluso en la calle». Esta asociación recordó que, según las cifras aportadas esta misma semana por la Federación Española de Empresarios Profesionales de Automoción (Conepa), los talleres de reparación y mantenimiento de coches del conjunto del país prevén cerrar este año con una reducción de su facturación del 8%.
Adeada, a través de un comunicado, denunció la falta de medidas por parte de las administraciones competentes para acabar con la «competencia desleal». Expresó, asimismo, su preocupación «por el deterioro progresivo del parque automovilístico español y sus consecuencias en la seguridad vial».
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